Son tóxicos que son producto de la quema de carbón de la compañía AES Puerto Rico para la generación de energía eléctrica
El Colegio de Químicos de Puerto Rico (CQPR) y líderes comunitarios expresaron el 29 de septiembre sus preocupaciones sobre contaminación de aguas en Guayama y Salinas, tras realizar estudios en las reservas.
Los estudios del CQPR, realizados en marzo y agosto de 2021, explican cómo los acuíferos están contaminados con cenizas de la planta de carbón de Applied Energy Services (AES).
Estos indican que las aguas contienen metales pesados como bario, cobalto, cromo, cobre, manganeso, molibdeno, níquel, plomo, estroncio, uranio y vanadio. De igual manera, el asesor científico del Colegio, Osvaldo Rosario, explica que considera que tras los estudios, las aguas no son seguras.
Sin embargo, la presidenta ejecutiva de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), ingeniera Doriel Pagán Crespo, explicó el 4 de octubre de 2021 que el pozo Hacienda Guamaní de Guayama solo se utiliza en casos de emergencia, por lo que permanece como reserva y no es usada por los residentes de Salinas y Guayama.
Ante esta situación, el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Rafael Machargo, dijo en declaraciones escritas, “que ningún químico sobrepasa los parámetros permitidos”.
Luego de un análisis de muestras de aire realizados por peritos de la DRN el 5 de octubre de 2021, indicaron que no se encontró presencia de Dióxido de azufre (SO2) en las aguas de los residentes del área sur de Puerto Rico.
¿Qué es la planta AES?
La planta de energía a carbón de (Applied Energy Services) AES en Guayama inició operaciones en 2002, generando electricidad para la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico.
Entre 2005 y 2011, se enterraron, dispusieron o depositaron sobre 1.6 millones de toneladas de cenizas tóxicas de carbón en Guayama y Salinas, provenientes de la empresa AES Puerto Rico. Muchos de estos depósitos se realizaron directamente sobre el acuífero, y cercano a ríos y quebradas.
El 12 de mayo, el DRNA promulgó un nuevo reglamento para el manejo de cenizas de carbón en la isla, que prohíbe su depósito, acumulación y almacenamiento sobre el terreno por un período mayor de 180 días a partir del momento de su generación o producción.
La compañía AES Puerto Rico planteó, por su parte, que cumple con todas las legislaciones vigentes “y los más altos estándares de la industria”. Sin embargo, según los estudios anteriormente citados, las aguas contienen metales pesados como bario, cobalto, cromo, cobre, manganeso, molibdeno, níquel, plomo, estroncio, uranio y vanadio.
Machargo aseguró el pasado 3 de octubre que se encuentra en el proceso de validar con peritos los hallazgos revelados por el Colegio de Químicos, pero aseguró que “ ningún químico sobrepasa los parámetros permitidos”.
Ante estos hallazgos, líderes ambientales y comunitarios han alzado su voz para exigirle al gobernador tomar acción sobre contaminación de agua potable con cenizas de carbón.
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